Programación
Flamenco
ANDRÉS BARRIOS 29/6
Meraki / Solistas flamencos
CHICO PÉREZ 7/9
Continente 27 / Solistas flamencos
DIEGO AMADOR 22/6
Bajo la luna / Solistas flamencos
JOSÉ ANTONIO RODRÍGUEZ 22/7
Alquimia / Solistas flamencos
JOSELITO ACEDO 16/9
Homenaje a Niño Ricardo / Homenajes
LARA WONG TRÍO 23/6
Confluencias
LUCÍA BELTRÁN 14/7, 29/7, 26/8
Un paseo por el cante
RAFAEL DE UTRERA 1/7, 4/9
Alkazars
SANDRA CARRASCO - DAVID DE ARAHAL 10/7, 24/7, 15/8, 1/9
Recordando a Pepe Marchena / Homenajes
Músicas de Raíz Europea
MILO KE MANDARINI 5/9
Músicas de raíz ibérica y mediterránea
SCEAL 26/7, 21/8
Black Dog / Músicas del Arco Atlántico
SHEELA NA GIG 8/7, 17/7, 31/7
Sligo Sessions / Músicas del Arco Atlántico
SOUTHWEST 2/8, 19/8, 31/8
Folk Across The Ocean / Músicas del Arco Atlántico
TÓTEM ENSEMBLE 1/8, 28/8
Los Grandes Clásicos del Pop y del Rock Europeos
TRÈS BIEN! 26/6, 7/8, 11/9
Petits Bonehurs (Swing manouche y chanson francesa)
Músicas del Mundo
ABARIKA WORLD MUSIC TRIO 11/7, 14/9
Álbum nómada entre Sevilla y Dakar
CARMEN MUYOR - QUIQUE PEÑA 27/7, 8/8, 24/8, 6/9
Alma, Corazón y Vida
FÁTIMA RÜ 20/7, 2/9
Mujer del mar. Entre versos y coplas / Nombres de Mujer
IMAN KANDOUSSI 4/7, 18/7, 16/8
La Mujer en la tradición andalusí / Milenario del Reino de Sevilla / Nombres de Mujer
JUANA GAITÁN TRÍO 28/6, 25/7, 10/8
Joyas de la música latinoamericana
Música Clásica
ANTONIO SALGUERO - PATRICIA ARAUZO 30/6
Brahms: Integral de sonatas para clarinete y piano / 190 Aniversario del nacimiento de Johannes Brahms
CRISTINA BAYÓN - JESÚS PINEDA 5/8
Dibujando a Sorolla bajo el prisma musical / Centenario de la muerte de Joaquín Sorolla
DÚO ALMACLARA 25/8
Canciones sin palabras / Nombres de Mujer
ISABEL JIMÉNEZ MONTES - DARÍO META 28/7
La música de Picasso / 50 Aniversario de la muerte de Pablo Picasso
JOAQUÍN TORRE - TOMMASO COGATO IMPORTANTE: El violinista Joaquín Torre no podrá actuar y el dúo pasa a estar formado por Vicent Morelló & Tommaso Cogato
Brahms y su entorno / 190 Aniversario del nacimiento de Johannes Brahms
JOSÉ LUIS BERNALDO DE QUIRÓS 15/9
Rincones sevillanos / Centenario de la muerte de Joaquín Sorolla
MANU BRAZO & CUARTETO BRUMA 11/8
Una noche en la Ópera
MARC PAQUIN - ORFILIA SAIZ VEGA 24/6
Magia en ocho cuerdas: Del impulso nacionalista a la vanguardia
MARÍA AUXILIADORA BOZADA WAFLAR - CARMEN PÉREZ SALMORAL 4/8
Luz y colores en los sonidos... Cromatismos entre dos siglos / Centenario de la muerte de Joaquín Sorolla
MARÍA ESTHER GUZMÁN - LUIS ORDEN 9/9
Melodías de luz / Centenario de la muerte de Joaquín Sorolla
MARIO MORA 12/8
Brahms y el fin del Romanticismo / 190 Aniversario del nacimiento de Johannes Brahms
MARIVÍ BLASCO - IGNACIO TORNER 13/7
El viaje de Sorolla / Centenario de la muerte de Joaquín Sorolla
ÓSCAR MARTÍN CASTRO Cancelado / Sustituido por José Luis Bernaldo de Quirós
Lilacs / 150 Aniversario del nacimiento de Serguéi Rajmáninov
ROSA GARCÍA VARELA - PEPE FERNÁNDEZ 17/8
La Nuit d´Agoût / Nombres de Mujer
VICENT MORELLÓ - TOMMASO COGATO 8/9
Románticos sin palabras
Música Antigua
AL COR GENTIL 15/7
La querela di Ezequiela / Nombres de Mujer
ALA AUREA 9/8
Gozos y júbilos en el Medioevo. Primeras mujeres compositoras en Occidente / Nombres de Mujer
DOLCE RIMA 7/7
La vita fugge
JOSETXU OBREGÓN - SARA JOHNSON HUIDOBRO 18/8
Tanteos. Capriccios, toccatas y sonatas del Seicento italiano
LA ACADEMIA DE LOS NOCTURNOS 21/7
Brunetti y Herrando: Sonatas para violín y bajo
RAMI ALQHAI - JAVIER NÚÑEZ 30/8
Danzas y melodías de la Spagna Antigua
SEPHARDICA 5/7, 23/8, 13/9
Sevilla. La música de un reino / Milenario del Reino de Sevilla
Otras músicas
BERNARDO PARRILLA - ÁLVARO GANDUL - LUCÍA MARTÍNEZ 12/9
El lugar es el espacio
BERNARDO PARRILLA - JAVIER GALIANA 22/8
Entre líneas con Picasso / 50 Aniversario de la muerte de Pablo Picasso
KALISHKLA 3/7, 19/7, 3/8
Jazz made in Andalucía
PEDRO CORTEJOSA & TRÍO GARUM 6/7
Dr. Frankestein
QUIQUE BONAL - KID CARLOS 27/6, 12/7, 14/8, 29/8
La guitarra eléctrica alma de la música moderna
Líneas de programación
La programación de Noches en los Jardines del Real Alcázar recorre las distintas edades e impulsos creativos de la ciudad de Sevilla a lo largo del tiempo.
Los programas seleccionados nos acercarán a distintos periodos y estilos musicales que se han sucedido durante los más de mil años de vida del Alcázar de Sevilla, desde la Edad Media a nuestros días. Hasta setenta y cinco conciertos que abarcarán buena parte de la historia de la música: las canciones y melodías medievales de las tres culturas que convivieron en la península ibérica, las músicas renacentistas y barrocas, el clasicismo y el romanticismo, los sonidos populares de distintos rincones del mundo, las músicas de raíz europea, el jazz, el pop, el flamenco…
Y como es habitual, más allá de las líneas estilísticas, hemos querido abordar distintas efemérides y temáticas que nos recordarán historias y personajes relevantes en nuestro legado cultural. En esta edición de 2023, hemos dedicado 42 de los 75 conciertos de Noches en los Jardines del Real Alcázar, a las siguientes 9 líneas temáticas que detallamos a continuación:
Milenario del Reino de Sevilla
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¿Qué es el tiempo? El tiempo es el devenir de los acontecimientos; ese “amigo invisible” que nos brinda en nuestro presente los instantes que esperan pacientes en el futuro. Sevilla ha visto pasar todos y cada uno de esos momentos y con ellos se ha ido transformando hasta lo que hoy conocemos. ¿Quién le iba a decir a la ciudad que pasaría de la Taifa Sevillana a la monarquía parlamentaria o que el legado de Abú ul-Cásim lo recogerían los Borbones? Mil años del reino de Sevilla.
En octubre de 1023 nace el Reino de Sevilla y aunque en 1833, con la Ley de las Provincias desaparece administrativamente, sin duda alguna su vigencia histórica sigue presente. Sin ir más lejos, el Rey Felipe VI tiene entre sus títulos el de Rey de Sevilla.
En estos mil años, la capital hispalense ha sido un crisol social, político y sobre todo cultural.
Abú ul-Cásim con la ruptura de la dependencia que hasta entonces se tenía de Córdoba, se erige como “padre” y creador del Reino de Sevilla. Posteriormente, en 1091 gobernando Al-Mu´támid, al que le han dedicado ríos de tinta, versos y cientos de coplillas y obras musicales, es derrotado por los almorávides y exiliado al Magreb. La dinastía Abadí, con Sïr ibn Abï Bakr al frente, conquista el Reino de Sevilla comenzando con ello una nueva etapa. Culturalmente en el siglo XI, el Reino de Sevilla es el epicentro más importante de toda Al-Ándalus. En las brisas que recorrían las intrincadas callejuelas, se podían escuchar versos cargados de sensualidad y hedonismo y por los jardines de la residencia de Al-Mu´támid, en el silencio histórico aún se pueden escuchar acordes lejanos de laúdes acompañando sus propios versos.
En 1248, el Reino de Sevilla vive un cambio radical que abarca todas y cada una de las facetas de su existencia. Su política, la sociedad y por ende la cultura, se pliegan a un nuevo orden liderado por Fernando III y enmarcado en la corona católica Castellano-Leonesa, cuando el caíd Axataf entrega las llaves de la ciudad. Es en esa etapa, que abarca hasta 1833, cuando el Reino de Sevilla vive una expansión territorial sin parangón, concretamente bajo los reinados de Alfonso X el Sabio y Pedro I. Su crecimiento e importancia no solo se da en el ámbito territorial o político. La cultura en el Reino bulle lo que consigue que Sevilla se erija como una de las capitales más importantes en este ámbito. Grandiosos músicos, poetas, pintores, escultores y artistas de todas las naturalezas han dejado en Sevilla un surco imborrable de su obra. Desde las Cantigas de Alfonso X, a las obras de Velázquez o Murillo.
Sevilla se convierte en la capital europea de la cultura llegando incluso al refranero cultural: “quien no ha visto Sevilla, no ha visto maravilla”.
190 Aniversario del nacimiento de Johannes Brahms
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Johannes Brahms (1833-1897) es considerado como el sucesor de Beethoven. Encarnó para muchos de sus contemporáneos el ideal de una música continuadora de la tradición clásica y la primera figura de la generación romántica, siendo también el mayor representante del círculo de la “Guerra de los Románticos”. En toda su obra se puede apreciar una intención innovadora. Su contribución artesiana ha sido alabada por figuras posteriores como Arnold Schönberg o Edwar Elgar.
Desde la cuna Johannes Brahms tuvo la música muy cerca. Su padre, Johannes Jakob Brahms (1806-1872) le impartió las primeras lecciones musicales con las que Brahms logró los conocimientos básicos para tocar el violín y el violonchelo. A la corta edad de 7 años ya daba pistas de su amor por la composición, tanto es así que su profesor de piano Otto Friedrich Willibald Cossel decía que Brahms podría ser un buen intérprete si no fuera porque no dejaba nunca de dedicarse a sus composiciones. En 1845 escribió su primera obra, una sonata para piano en sol menor. Este hecho marca el hito de su comienzo como compositor aunque no lo tuvo nada sencillo. En el seno de su familia no veían con buenos ojos el que se dedicara a esta faceta musical y permanentemente insistían en que lo que debía hacer es dedicarse a la interpretación y no a la composición.
Su primera gran obra presentada al público fue el Concierto nº 1 para piano y orquesta en re menor, que fue ejecutado por él mismo en Leipzig en el año 1859. En 1863 se trasladó a Viena, donde consiguió el puesto de director de la Singakademie (Academia de Canto), que dejaría un año después. Allí se consolidó su personal estilo, que buscaba sus modelos en la tradición de los clásicos vieneses y en la pureza y austeridad de Bach.
Brahms, que al principio de su carrera se había centrado casi exclusivamente en la producción pianística, abordó entonces las grandes formas instrumentales, como sinfonías, cuartetos y quintetos, obras todas ellas reveladoras de un profundo conocimiento de la construcción formal. Donde se advierte más claramente su inspiración romántica es en sus numerosas colecciones de lieder. En el resto de su producción, de una gran austeridad y nobleza de expresión, eludió siempre cualquier confesión personal.
Centenario de la muerte de Joaquín Sorolla
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Donde la luz se convierte en arte, la brisa en pigmento y el agua brota del lienzo. En la obra de Joaquín Sorolla (1863-1923) el uso del blanco como uno de los colores protagonistas, ha logrado hacer que sus creaciones tengan una luminosidad inigualable y una marca propia que lo distingue fácilmente de sus pares. El impresionismo español tuvo en Sorolla a su figura más influyente. Pero el artista fue también el más importante (y exitoso) de la Belle Epoque española.
Sorolla demostró muy pronto su afición por el dibujo y la pintura, asistiendo por las tardes a las clases de dibujo del escultor Cayetano Capuz en la Escuela de Artesanos. Al acabar su formación comenzó a enviar sus obras a concursos provinciales y exposiciones nacionales de bellas artes, como la de Madrid en mayo de 1881, donde presentó tres marinas valencianas que pasaron inadvertidas, pues no encajaban con la pintura oficial, de temática histórica y dramática. Sus visitas a Madrid desde su Valencia natal, le permitieron copiar cuadros de Velázquez, Ribera y el Greco en el Museo del Prado. Cosechó otro gran éxito en Valencia con su obra El crit del palleter sobre la guerra de la Independencia. De esta manera, fue becado por la Diputación Provincial de Valencia para viajar a Roma, donde, a la vez que trabajaba, conoció el arte clásico y renacentista, así como los grandes museos, contactando además, con otros artistas. En 1890 traslada su casa y estudio a Madrid donde mostró una nueva preocupación en su arte, se interesó en problemas sociales al representar la triste escena de su obra ¡Otra Margarita!, premiada con medalla de primera clase en la Exposición Nacional, y en 1893 en la Exposición Internacional de Chicago. Hasta el fin de la década esta sensibilidad permanece en sus representaciones de la costa valenciana.
La trayectoria de Sorolla no se entiende sin comprender y admirar su fijación por los paisajes y la perpetua intención de captar la luz del Sur. Por ese motivo, en 1902 viaja por primera vez a Andalucía. Visita Granada, Córdoba, Cádiz y Sevilla. Esta primera visita le vale al pintor valenciano para iniciales tomas de contacto, encuadres, impresiones y apuntes. Es en su segunda visita a esta tierra, en 1908 para pintar una serie de retratos reales encargados por el monarca Alfonso XIII, cuando visita el Real Alcázar de Sevilla. Desde este momento, el pintor comienza un idilio artístico con esta tierra que durará hasta su muerte. Los viajes al Sur se suceden y queda palpable su búsqueda de nuevos rincones y elementos que llevar a su obra. No son pocas las pinturas, apuntes y estudios que realiza en diferentes puntos de los Jardines del Real Alcázar de Sevilla. En 1918 viajará por última vez a la capital hispalense y es entonces cuando concluirá la serie realizada en los Jardines del Real Alcázar. Está tan embriagado de aromas y sensaciones lumínicas, que estos vergeles sevillanos lograrán inspirar el diseño de su casa madrileña, hoy Museo Sorolla. En sus obras realizadas en el Alcázar, podemos ver cómo busca rincones íntimos, casi escondidos y “mágicos”. Con un estilo esencialista logra conseguir plasmar el alma, sosiego y la calma de estos jardines. El agua y los juegos caprichosos de la luz entre las hojas de la abundante y rica vegetación son los principales protagonistas de las obras que Sorolla realiza en este maravilloso lugar. Solo tenemos que admirar su obra Alberca del Alcázar de Sevilla para ver cómo con muy pocos elementos, pinceladas sueltas y ágiles, el pintor valenciano introduce en su obra la esencia que siempre ha perseguido plasmar en sus cuadros.
En 1921, mientras pintaba un retrato en su jardín, sufrió su primer ataque de hemiplejia. Incapacitado desde entonces, murió el 10 de agosto de 1923, sin ver expuesta su gran Visión de España, que no sería instalada hasta el mes de enero de 1926. En 1919 había donado al Museo de Arte Moderno su obra Chicos en la playa y al año siguiente el retrato que le había realizado José Jiménez Aranda, así como un autorretrato de José Villegas y Cordero.
50 Aniversario de la muerte de Pablo Picasso
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Pablo Picasso (1881-1973) dijo una vez que “el principal enemigo de la creatividad es el sentido común”. Esta frase dicha por cualquier otro puede parecer carente de significado, pero para Picasso suponía el santo y seña de su motor artístico. El malagueño es una de las figuras del panorama artístico/plástico más importantes del s. XX.
Picasso, durante su carrera artística que duró más de 75 años, creó cientos de obras; esculturas, grabados, ilustraciones y cerámica, usando todo tipo de materiales. Desde muy pequeño sintió una atracción por la pintura y el dibujo gracias a la influencia de su padre, el artista José Ruiz Blasco. A la edad de 14 años, superó el examen de acceso a la Academia de Bellas Artes de Barcelona, ciudad a la que volvería tras rechazar el ambiente de la capital española. En la ciudad condal comenzó a frecuentar el café Els Quatre Gats, donde acudían los artistas e intelectuales relacionados con el modernismo.
Afectado profundamente por el suicidio de su amigo Carles Casagemas, la obra de Picasso tendió a colores azules y oscuros, en lo que se conoce como “periodo azul”, influenciado también por Van Gogh y Gauguin.
En la primavera de 1904, Picasso decidió trasladarse definitivamente a París. Su pintura experimentó una nueva evolución, caracterizada por una paleta cromática tendente a los colores tierra y más cálidos, su “período rosa”. Su historia de amor con la modelo Fernande Olivier consiguió hacerle superar el oscuro capítulo que Picasso atravesaba. De estos años destacan obras como Los dos hermanos o La familia de saltimbanquis. En 1906 pintó Las Señoritas de Aviñón, poniendo a Picasso en lo más alto de la pintura a nivel internacional ya que con este cuadro alumbró el Cubismo. Después de una breve aventura con el clasicismo durante la Primera Guerra Mundial, Picasso adoptó un nuevo estilo en su arte hacia 1925, el surrealismo, sucesor natural del cubismo. Sus pinturas La danza y El beso son las primeras de ese estilo.
Durante la Guerra Civil española, fue cuando Pablo Picasso creó una de sus obras más importantes y universales, el Guernica.
Durante la Segunda Guerra Mundial Picasso vivió en París, donde volcó sus energías en el arte de la cerámica. Desde 1947 hasta 1950, exploró nuevos métodos en la realización de litografías. En 1957 comienza a trabajar en sus 58 interpretaciones del cuadro de Las Meninas de Velázquez. En 1961 se casó por segunda vez con Jacqueline Roque, junto a la que permaneció hasta su muerte en 1973 en Mougins, Francia, a la edad de 91 años.
Nombres de Mujer
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“Acepta entonces estas canciones que yo te canto para ti, amada mía”. Con esta frase Robert Schumann le dedica a su mujer Clara su composición “Myrten”. Esto, que puede parecer solo una insignificante pincelada en la vida íntima de Robert y Clara Schumann, ejemplifica el ideal de “amor” que muchas figuras femeninas tuvieron que haber vivido con la historia de la música. Son muchos los nombres de mujer que están escritos entre líneas, con seudónimos o tras las figuras de sus parejas. Por desgracia, muchas veces en un segundo lugar puesto que un techo de cristal les impedía quebrar el orden social establecido, un camino crucial en el reconocimiento del papel activo y creativo de la mujer en el mundo de la música. La discriminación por el simple hecho de ser mujeres y la posición a la que las reducía las convenciones sociales, vetaba públicamente a muchísimas compositoras e intérpretes la posibilidad de difundir su actividad creativa. Las páginas doradas de la música estaban reservadas, como tantos otros privilegios, exclusivamente a los hombres.
Nuevamente queremos desdibujar las fronteras de género establecidas durante siglos, seleccionando distintos programas que reivindiquen el papel a lo largo de la historia de tantas mujeres que quisieron expresarse a pesar de todo mediante la música, y que nos han dejado un legado, a menudo muy poco difundido como autoras, intérpretes y transmisoras de nuestra cultura.
Muchas de ellas, lograron compaginar su actividad docente con la interpretación, llegando incluso a la tímida publicación de algunas obras. Sin embargo nunca serían reconocidas merecidamente como figuras imprescindibles en la historia de la música. Al difundir la obra de estas artistas, queremos reparar esta injusta desigualdad, al tiempo que recuperamos para el público un legado musical desconocido.
Un año más, daremos protagonismo a los nombres de autoras e intérpretes centrales en el desarrollo y la transmisión del arte de la música, convencidos de que la visibilidad de su obra nos ayudará a su conocimiento, su valoración y a superar los viejos prejuicios en torno a la mujer en el mundo del arte. Ni musas, ni divas; sino compositoras e intérpretes en igualdad.
Solistas flamencos
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El flamenco no es solo un cante, baile o toque. Es un sentimiento. Una forma de ver la vida, de expresarnos y de desenvolverse en el mundo. Mucho se ha escrito de los orígenes del flamenco. Mezcla de culturas en donde el judaísmo, la música y versos árabes y la pasión de los gitanos que llegaron a España en el s. XV desde diferentes partes del mundo, se juntan destilando su esencia y uniéndose en perfecta armonía para dar como resultado un sentir especial y una forma artística sin parangón.
Al contrario que ocurre con su datación, el lugar en el que nace esta “cultura” está perfectamente identificado, Andalucía, formando parte del ADN de esta tierra y echando raíces en lo más profundo de su idiosincrasia. Mucho se ha dicho sobre el flamenco. Miles de libros, tesis, charlas y simposios, pero todas las voces que lo han desgranado, analizado y estudiado con lupa coinciden en una idea, es una expresión cultural viva. El flamenco tiene sus reglas, sus normas y estilos. Tiene sus palos, pasos y estructura musical, pero necesita del contacto íntimo con quien lo interpreta y del momento en el que lo hace para brillar. Necesita de los “quejíos” propios de una cantaora emocionada por la letra que interpreta en una soleá o la fuerza del taconeo de un bailarín que se arranca por bulerías en un teatro repleto de público. Se puede decir que el flamenco es social y necesita de la “fiesta”, entendida como el hecho de compartir con nuestros semejantes algo que nos mueve el sentimiento. Por ello, puede parecer contradictorio apostar por “solistas flamencos”. Ni mucho menos queremos ir en contra de su sentir; nuestra intención es descubrirlo en su intimidad. Lograr que grandes de este arte como Diego Amador, José Antonio Rodríguez, Andrés Barrios o Chico Pérez nos muestren su visión personal del flamenco. Pretendemos crear un marco cercano, casi íntimo en el que, privados del lenguaje verbal, cada artista nos hable de su sentir, de cómo le hace latir este arte.
Estar a solas con el flamenco es vivir una experiencia reveladora y ancestral. Es darnos cuenta cómo en una sola nota dentro de uno de los palos que se interpretan, están destiladas miles de voces, experiencias y culturas. Es escuchar el sentimiento, y sentir el sonido.
Músicas del Arco Atlántico
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Hablar de la música del Arco Atlántico es indudablemente hablar de la música Celta. Muchos autores han defendido la existencia de un continuo cultural en el Arco Atlántico, dando lugar a una unidad cultural que hunde sus raíces en la prehistoria, pero que aún pervive en la actualidad.
Este tipo de expresión cultural está compuesta por un amplio grupo de géneros musicales que parten de la tradición popular de los pueblos considerados celtas. Como tal, no existe un cuerpo musical real que pueda ser descrito como tal, pero el término sirve para aunar tanto músicas estrictamente tradicionales de determinadas regiones geográficas, como un tipo de composición contemporánea de raíz folclórica con un mismo origen etnológico y musical.
La utilización de gamas pentatónicas en las interpretaciones actuales, pueden aportarnos ideas sobre la música céltica de la antigüedad. Los sonidos transcritos más antiguos proceden de los pergaminos medievales. De su sonido prehistórico nada sabemos, aunque habrá que profundizar en las investigaciones a partir de los propios instrumentos naturales formados por huesos largos, oquedades de madera o pieles percutidas. En el Norte atlántico aparecen los instrumentos como el arpa y el carnyx guerrero, también conocido como karnyx o karnix, fue un instrumento de viento de la Edad del Hierro Celta, desde el 300 a. C. al 500 d. C. Era una especie de trompeta de bronce, suspendida verticalmente y con la campana en forma de cabeza de jabalí. En la actualidad, los instrumentos musicales del Arco Atlántico siguen utilizándose para las composiciones e interpretaciones de hoy día. Especialmente conocida es la gaita, el violín, o el bodhrán, un tambor que se percute en vertical o la bombarda, instrumento de viento que recuerda a la dulzaina.
En este tipo de música tienen un papel predominante la naturaleza, la mitología y mundos mágicos y cómo el hombre se relaciona con ellos como si fueran un elemento de su vida cotidiana. Lo cierto es que las composiciones del Arco Atlántico pretenden recoger el sentimiento de la historia centenaria de los pueblos de esta denominación geográfica o cómo la música tenía un papel protagonista en muchas facetas de su sociedad puesto que encontramos temas hechos para aspectos tan “terrenales” como ayudar a dormir a niños y adultos, para brincar y reír, para el llanto y la tragedia y también para morir.
Es fascinante el modo de vida de los celtas en contacto total con la naturaleza, su carácter valiente, leal e indómito que les llevaba a querer mantener su libertad sobre todo, su ardor guerrero o su pasión por las montañas y los bosques. Por su parte, la música enraizada en el Marco Atlántico ha sabido destilar esos elementos en composiciones cargadas de energía, historia, profundidad y elegancia.
Homenajes
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En el mundo de la música, como en todas las facetas que comprenden la cultura universal es importante saber de dónde se viene para poder definir el camino que, como artista, se quiere seguir. Ir a la fuente que encarnan figuras que abrieron camino, crearon escuela y supusieron un revulsivo para su época. Haciendo honor de esta humildad y con la sincera intención de crear una respetuosa retrospectiva que nos ayude a conocer el pasado para disfrutar más del presente musical de nuestros días, este año apostamos por una línea que se centra en homenajes.
Concretamente, estos homenajes se van a enfocar en el flamenco. El primero de ellos llegará de la mano del guitarrista Joselito Acedo quien homenajeará a Manuel Serrapí Sánchez, más conocido como “Niño Ricardo”. Elaboró un estilo totalmente nuevo que revolucionó la guitarra; dejando una profunda huella. Más que técnica, que la dominaba perfectamente, él buscaba la modernidad, saliéndose de los cánones y llegando más lejos en las composiciones. Pensaba como músico compositor y no solo como guitarrista. Los dedos ya no estarán supeditados a la lógica mecánica de las digitaciones, sino a la idea musical de la falseta. Joselito Acedo nos ofrecerá un tributo a la obra del genio sevillano del que se han cumplido 50 años de su desaparición.
En segundo lugar la encargada de realizar un homenaje en forma de recital será la cantaora Sandra Carrasco. En este caso el protagonista será Pepe Marchena. Una promesa que a día de hoy, es de carne y hueso que vive y respira en su prodigiosa garganta, llena de matices, giros, trinos, melismas... ¡qué hermoso lienzo para los sentidos! Por malagueñas y abandolaos Pepe Marchena logra que manantiales pasados sueñen con ríos futuros; por guajiras abre las ventanas al amanecer; por tarantas suenan campanas de plata doblando a las sombras; por el polo tobalo y la soleá apolá, sus ayes y quejíos nos elevan a la plaza de la verdad; por milongas se acarician las historias de caminos y veredas; por bulerías, la mariposa aclara la madrugada; por serranas nos lleva por almendros blancos y por limoneros de cristal; por petenera trae la fragancia de la ausencia; por sevillanas se ve el agua cristalina bajo los ojos del puente; y por fandangos de Huelva, se siente su tierra alzar los brazos al cielo. Este homenaje es un deseo hecho realidad por la hermosa ilusión que genera la llamada de la sangre.
150 Aniversario del nacimiento de Seguéi Rajmáninov
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“Mi música es fruto de mi temperamento, al igual que toda la música rusa”. En esta frase enunciada por el propio Serguéi Rajmáninov (1873-1943) se puede atisbar el carácter personal y único de las composiciones de este músico. Pianista, compositor y director de orquesta de finales del XIX y primera mitad del siglo XX, a Rajmáninov se le considera el último exponente del post-romanticismo ruso.
A los 4 años ya podía tocar el piano gracias a las lecciones que recibió de su madre. Ella notó su capacidad para reproducir pasajes de memoria sin equivocarse en ninguna nota. Por este motivo la familia contrató a Anna Ornátskaya a la que Rajmáninov dedicó su composición para piano «Aguas primaverales» de 12 Romances, op. 14. La vida personal en la primera etapa de Rajmáninov estuvo marcada por la tragedia y las pérdidas de diferentes índoles: su padre arruinó a la familia abandonándolos posteriormente y la muerte de sus dos hermanas Sofía y Yelena. La muerte de esta última causó verdadero dolor al joven compositor puesto que por ella Rajmáninov conoció las obras de Piotr Ilich Chaikovski.
Pronto se trasladó a Moscú, uniéndose al grupo de Chaikovski, Rubinstein y Tanéyev. Allí se graduó a los 19 años en el Conservatorio de Moscú. Conoció a Chaikovski del que fue amigo. Durante su último año en el Conservatorio, realizó su primer concierto independiente, estrenando su Trio élégiaque nº 1, seguido de una presentación del primer movimiento de su Concierto para piano nº 1. Tras realizar sus exámenes finales de teoría y composición, escribió en diecisiete días Aleko, una ópera de un acto basada en el poema narrativo Los gitanos de Aleksandr Pushkin.
Rajmáninov tuvo constantes crisis emocionales a lo largo de su carrera musical, lo que lo llevó al fracaso de alguno de sus estrenos. Tras la ayuda del médico Nikolái Dahl, en 1900 siente que dentro de su mente vuelven a brotar nuevas ideas musicales. Tras el éxito de su Concierto para piano Nº 2, llegaron obras de gran magnitud tales como las Variaciones sobre un tema de Chopin op. 22.
Hasta este momento ya había compuesto gran parte de sus grandes obras maestras tales como los 5 Preludios para piano op. 3, los 10 preludios para piano op. 23 y por último siendo también preludios para el mismo instrumento, op. 32.
Con el estallido de la Revolución rusa de octubre de 1917, la familia de Sergei se exilió en Estados Unidos. Aunque en esta etapa sus dotes compositivas decaen, es en Estados Unidos donde compone obras interesantes como Tres canciones rusas (1926), 42 variaciones sobre un tema de Corelli (1931) o Rapsodia sobre un tema de Paganini, op. 43 (1934).